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Información y notas técnicas

Pediculosis

Se llama así a la infestación (distinta de una infectación) de las personas (es una parasitosis exclusiva del hombre) por unos insectos, Anopluros , comunmente llamados Piojos La picadura de éstos produce un intenso prurito que va aumentando en la medida en que la afección se hace crónica. Si bien existen distintas colonizaciones, nos ocuparemos de los Anopluros pediculus y, más exactamente, de aquellos que se ubican en la cabeza.

El pediculus capitis tiene más o menos 2mm de largo y es de color gris. Se aloja y desplaza por el cuero cabelludo y, en la actualidad, es muy común su contagio en las escuelas y su posterior difusión en el hogar. La primera noticia de la infestación es la picazón e irritación (prurito) del cuero cabelludo. Al primer exámen se detectaran las liendres (huevos) que son depositadas en el pelo, en gran número. Estos huevos son de color blanquecino y brillantes. Se mantienen adheridos al cabello por una vaina de quitina y cuanto más vieja es la infección más lejos se encontrarán del cuero cabelludo.

 

Liendre adherida a un cabello 

 Piojo de cabello

Actualmente, existen numerosas formas de combatir a los piojos y retirar las liendres. En lo posible, debe buscarse un equilibrio entre la efectividad de los productos y las posibles reacciones adversas. Frente a la aparición de una irritación o descamación en el cuero cabelludo y aún en presencia de piojos o liendres, recomendamos la visita al dermatólogo ya que esos signos pueden deberse a algún otro problema concurrente. Recuerde que no debe automedicarse.

En nuestro país la oferta de formulaciones y accesorios para el tratamiento de la pediculosis es abundante.

En oportunidades, se piensa que las personas están efectivamente infestadas aunque no se alcanza a detectar ningún piojo u otro parásito. La irritación podría corresponder, no obstante, a otra clase de parásitos mordedores o insectos y bien podría ser que no se hallen presentes al momento del exámen. Algunas moscas, mosquitos, chinches de la cama o ciertos ácaros de los pájaros que ocasionalmente se hallaran en el hogar podrían ser las causas de la irritación o lesiones en el cuero cabelludo. Pueden originarse, del mismo modo, por los cosméticos, los productos para el lavado de la ropa o los aromas agregados, las fibras industriales e, incluso, por los mismos productos contra la pediculosis.

Si bien se desconoce que los piojos sean capaces de transmitir agentes infecciosos de persona a persona, deben ser considerados un problema tanto médico como social. Pueden irritar la piel y causar insomnio y su saliva y heces puede sensibilizar al infestado a sus mordidas, exacerbando su irritación y aumentando las oportunidades de una infección secundarista como consecuencia del rascado.

El verdadero daño provocado por los piojos resulta del uso bien intencionado pero irracional de sustancias tóxicas para su eliminación.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO:

Existen varias medidas para evitar el contagio o tratar la enfermedad:

– Revisar diariamente la cabeza de los chicos buscando piojos y liendres. Es recomendable el uso cotidiano del peine fino. –

– Usar el cabello corto, o bien, recogido y lavarlo con frecuencia.

– No compartir peines, cepillos, gorros, vinchas con otras personas.

– Realizar un tratamiento adecuado, incluyendo el peine fino para desprender piojos y/o liendres, y productos pediculicidas.

– Nunca dejar un champú pediculicida sin enjuagar como método de prevención, ya que el cabello y la piel de los chicos son más sensibles y delicados que en los adultos.

– Luego del tratamiento con el pediculicida, hay que eliminar las liendres manualmente con un peine de dientes finos.

– Lavar la ropa de cama, toallas y la demás ropa de vestir en agua muy caliente a 65ºC. Lo ideal es utilizar lavarropas.

– Lavar los peines y cepillos con agua jabonosa a 65ºC. No compartirlos.

– Evitar el contacto del pediculicida con ojos y mucosas.

Nunca usar pediculicidas como medida profiláctica. Sólo deben reservarse para las cabezas infestadas. Se debe evitar la aplicación preventiva de un pediculicida, ya que resulta ineficaz porque la poca cantidad que queda del producto en el cabello, quizás no sea suficiente para matar a posibles piojos invasores. Además, el uso indiscriminado y continuo de un pediculicida favorece el desarrollo de resistencia al mismo. No alcanza el tratamiento con fármacos.

La prevención es indispensable, por ello es necesario cumplir con todas las medidas higiénicas para impedir la reinfestación.

PEDICULICIDAS Es preferible el uso de LOCIONES porque se distribuyen muy bien en una sola aplicación. Como se aplican en el cuero cabelludo y se dejan secar en él, el pediculicida está en contacto con el cabello durante un largo tiempo y en alta concentración. En cambio, el SHAMPOO se diluye con el agua y además, está poco tiempo en contacto con el cabello.

El problema de las LOCIONES es que, al estar hechas a base de alcohol, pueden causar escozor al aplicarlo sobre el cuero cabelludo que está lastimado por rascarse. En pacientes asmáticos, al evaporarse el alcohol, puede irritar los pulmones y producir un ataque de asma. Es conveniente usar lociones acuosas en estos pacientes.

QUÉ MÉTODOS PUEDEN UTILIZARSE PARA TRATAR UNA INFESTACIÓN ?

Primero debemos estar seguros de tener un diagnóstico correcto y que, efectivamente, estemos en presencia de piojos. Una vieja infestación, con la sola presencia de liendres inactivas, no necesita ser tratada. Los tratamientos deben ser analizados a partir de signos de actividad presente. Aunque son varias las opciones, algunos métodos han sido más estudiados que otros. El éxito dependerá, normalmente, de la utilización combinada de diferentes metodologías, combinadas con perseverancia. Como consecuencia de que los huevos son particularmente resistentes a ciertos tratamientos químicos, se requieren cerca de 10 días para eliminar las ninfas que abandonan las liendres luego del tratamiento inicial.

PORQUÉ FRACASA UN TRATAMIENTO?

Entre las causas habituales encontramos:

1) Un diagnóstico incorrecto. No hay una infestación activa, o no se trata de piojos.

2) No llevamos adelante el tratamiento de la forma indicada.

3) Los piojos son resistentes al insecticida elegido.

4) Una nueva infestación.

5) La ausencia de poder residual del producto utilizado para matar los huevos.

Si bien los insecticidas generalmente no causan mutaciones que conduzcan a una posterior resistencia al producto, los insectos pueden tener la capacidad de evitar su toxicidad o bien eliminar las toxinas de su organismo. Estos pocos individuos capaces de hacerlo pueden sobrevivir al tratamiento, reproducirse y ser útiles para establecer una nueva población de piojos menos suceptibles al insecticida utilizado.

REMOCIÓN MECÁNICA Este suele ser un método muy efectivo pero, obviamente, consume mucho tiempo y perseverancia. Una infestación puede eliminarse peinándose con artefactos adecuados. Suele ser suficiente el peinado diario, durante dos semanas, en el caso de no advertir la presencia de actividad de los parásitos. A pesar que la cabeza pueda parecer repleta de liendres, rara vez coexisten más de una docena de huevos activos. Cuando los huevos se sitúan a 2,5 cm ó 3 cm por encima del cuero cabelludo )adheridos al cabello, por sí solos no indican una infestación activa. Existen diversos tipos de peines finos desarrollados para tratar el problema. Hay también “peines electrónicos” de buen desempeño.

INSECTICIDAS PIRETROIDES. Las infestaciones pueden tratarse con shampúes o lociones conteniendo permetrina o piretrinas especificamente utilizadas para uso humano. Algunas formulaciones pueden contener productos que refuercen la actividad del insecticida. Estos productos suelen tener una capacidad relativa para actuar sobre los huevos y por lo tanto debe reiterarse su aplicación a los 10 días. Como en el caso de todos los insecticidas, los piretroides no pueden remover los huevos adheridos al cabello. Aunque la permetrina y las piretrinas difieren en su estructura química, su modo de acción es similar. Por lo tanto, las piretrinas tampoco serían efectivas frente a los insectos resistentes a la permetrina.

INSECTICIDAS NO-PIRETROIDES. Otros insecticidas deberían evitarse a menos que fueran específicamente prescriptos por un médico y bajo su directa supervisión (Lindane, Malathion). Su utilización podría ser considerada como una alternativa si persiste una infestación “activa” luego de dos tratamientos con productos a base de piretroides.

Se debe tener extrema precaución al utilizar insecticidas, particularmente en los niños. Deben leerse cuidadosamente las indicaciones del prospecto y, ante cualquier, duda consultar al médico.

ACEITES ESENCIALES. Existen numerosas “recetas caseras” o preparaciones comerciales basadas en la mezcla de aceites esenciales, sales u otras sustancias naturales. No existe información suficiente para evaluar su efectividad. Se debe tener cuidado y verificar que los componentes utilizados y su proporción sean adecuadas para su uso sobre la piel.

TRATAMIENTOS CON ENZIMAS. La estructura química del “cemento” que pega el huevo al cabello no está totalmente definida. No obstante, se trata de una sustancia de gran estabilidad que resiste la agresión de diversas sustancias químicas. Algunos productos manifiestan actuar sobre esa sustancia y lograr el desprendimiento de las liendres.

ANTIBIÓTICOS. El intestino de los piojos humanos contiene un órgano especializado que alberga una bacteria de tipo inusual. Se supone que ayudaría al piojo proveyéndole de nutrientes a partir de la digestión de la sangre humana. Algunos antibióticos podrían afectar o eliminar a esta bacteria imposibilitando la vida del parásito. Aún no hay estudios concluyentes. No parece una terapia lógica ya que habiendo otras alternativas los antibióticos debieran reservarse para infecciones de otras características, evitando crear resistencias en los microorganismos.

DROGAS ANTIPARASITARIAS. Drogas como la Ivermectina han sido sugeridas para su uso como agentes contra el piojo humano.

AGENTES SOFOCANTES. Otra alternativa considerada involucra la utilización de aceites comestibles o agentes gelificados para tratar de sofocar a los piojos en el cuero cabelludo. Si bien existen afirmaciones del éxito de este método, también existen igual número de referencias a su ineficacia. Por otra parte, no suelen ser fáciles de retirar del cabello y si se recurre a detergentes puede provocarse la irritación del cuero cabelludo. Existe un estudio informal sobre el particular, durante el cual se sumergieron 6 piojos vivos en aceite. Otros 6 piojos se colocaron en un recipiente sin aceite. Aquellos retirados a la hora, sobrevivieron. Los que permanecieron más de dos horas, sucumbieron. Los piojos del recipiente sin aceite vivieron 18 horas.

CALOR. El calor seco de los secadores de pelo ha sido, a veces, suficiente para matar tanto los piojos del cabello como las liendres de personas afectadas. No obstante, por la posibilidad de una quemadura, es improbable que el calor necesario llegue a los piojos o liendres ubicados muy cerca del cuero cabelludo.

JABONES, DECOLORANTES Y TINTURAS. El lavado diario del cabello con jabones inespecíficos puede soltar algunas liendres y eliminar unos pocos piojos activos, pero la infestación continuará. La característica cáustica de los decolorantes y tinturas podría llegar a afectar a los parásitos pero no son un método adecuado para su eliminación.

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